Dijo Jesús, vosotros oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo, el pan nuestro de cada día, dánoslo hoy, y perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal, porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por todos los siglos, amén.

Es increíble que como seres tan insignificantes en un basto universo, al cual ni siquiera podemos imaginar por su grandeza y esplendidez, podamos comunicarnos con el creador de toda esa maravilla, pero mas allá de no poder comprenderlo, es una contundente realidad… Podemos hablar con Dios el Creador y podemos presentar nuestra oración y peticiones, si lo hacemos en el nombre de su hijo JESUCRISTO.